Por Juan Tomás Valenzuela
No se me ocurrió escribir
del Dr. Mateo Familia,
porque mantenía en vigilia
su proceder burdo y vil.
De la forma mercantil
en que asumió sus funciones,
de las terribles acciones
conque obró en tan poco tiempo,
generando contratiempos
y quejas a borbotones.
La confianza delegada
al “prestigioso” galeno,
este la echó por el cieno,
tal como lo hizo Cavada.
Ni la vieja deslenguada
que canceló su programa,
acuñó tan mala fama
junto a Danilo y Leonel,
como acuñó este lebrel,
tan solo en cinco semanas.
Hoy Luis, vuelve a ser coherente,
también el Dr. Plutarco.
“Con quien se meta en el charco
no seremos complacientes.
Aquí, ningún dirigente,
por mérito acumulado,
podrá asirse del Estado
como si fuera un botín,
tal como hizo Chapatín
y su recua de taimados”.
Fueron palabras de Luis,
y Plutarco, sabiamente
secundando al presidente,
corta el cáncer de raíz.
“Esta insolente lombriz
que obró de modo corrupto,
no gozará el usufructo
de sus actos desleales,
porque hasta los genitales
perderá por este insulto.
El cambio que llevó a Luis
a ser primer mandatario,
nos hace compromisarios
de erradicar de raíz,
a esta gavilla infeliz
que cree que aún hay taparrabos.
Aquí no habrá menoscabo
que nos haga perecer,
sea de los de Abinader,
o el bandido de Gurabo.
Juan de los Palotes
28 septiembre 2020